Año: 2015
Duración: 111 min
País: Irlanda
Director: John
Crowley
Guión: Nick
Hornby (Novela: Colm Toibin)
Música: Michael Brook
Fotografía: Yves Bélanger
Reparto: Saoirse Ronan,
Emory Cohen, Domhnall Gleeson, Julie Walters, Jim Broadbent, Michael Zegen,
Mary O'Driscoll, Eileen O'Higgins, Emily Bett Rickards, Paulino Nunes, Eve
Macklin, Maeve McGrath, Jenn Murray, Aine Ni Mhuiri, Nora-Jane Noone
Productora:
Coproducción Irlanda-GB-Canadá; Wildgaze Films / Parallel Film Productions /
Irish Film Board / Item 7
Género: Drama, Romance
Sinopsis: En los años 50,
la joven Eilis Lacey decide abandonar Irlanda y viajar a los Estados Unidos,
concretamente a Nueva York, donde conoce a un chico del que se enamora. Pero un
día, a Eilis le llegan noticias de un grave problema familiar y tendrá que
decidir entre quedarse en su nuevo país o volver a su tierra natal.
¿Drama? El de su
nominación, ¿Romance? Si la película de John Crowley es una buena historia de
amor abandono cualquier deseo de experimentarlo. Brooklyn es simple y llana en
su totalidad, una cinta que apenas se sostiene por una buena, pero no
excelente, actuación y un notable vestuario acorde con la ambientación.
Un largometraje vacío que
no aporta absolutamente nada nuevo, no hay ni un atisbo de sentimiento en una
historia que pretende encogernos el corazón, un argumento simplificado al
extremo que no sabe sacar provecho a ninguna de las situaciones en él
presentadas. Aburrida, sosa y carente de inteligencia, así es Brooklyn, mal
tiene que estar el cine británico para haber ganado el Bafta en su categoría.
Saoirse Ronan es la única
flor del árido desierto que es Brooklyn, buena interpretación para una muy
joven actriz de tan solo veintiún añitos, el problema es que la cinta está
carente de cualquier pizca de pasión, un corazón comatoso que en algún breve
momento intenta remontar sin éxito alguno. Pero el peor defecto es su pasmosa previsibilidad,
no lo dudes, eso que piensas que pasará mientras la estás viendo, ocurre, una y
otra vez, mientras quieres creer que no puede ser, que el “bueno” de Crowley
nos va a sorprender por donde menos lo esperamos, o que los actores conseguirán
llevarnos hasta uno de los distritos más emblemáticos de Nueva York, pero no,
nada más lejos de la realidad, eres demasiado consciente de que estas sentado
en la butaca del cine y te acaban entrando esas odiosas ganas de abandonarla lo
antes posible.
Brooklyn es un paseo en
línea recta que pese a su bonito paisaje no querrás repetir, un producto que
pretende ser dulce pero al que le falta el azúcar, un título carente de alma y
vacío de contenido.
Lo mejor: Saoirse Ronan,
el vestuario y la ambientación.
Lo peor: Exageradamente previsible
y simple hasta la médual.
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