Año: 2015
Duración: 89 min
País: Canadá
Director: Anouk
Whissell, François Simard, Yoann-Karl Whissell
Guion: Anouk
Whissell, François Simard, Yoann-Karl Whissell
Música: Jean-Philippe
Bernier, Jean-Nicolas Leupi, Le Matos
Fotografía: Jean-Philippe
Bernier
Reparto: Munro Chambers,
Laurence Leboeuf, Michael Ironside, Edwin Wright, Aaron Jeffery, Romano Orzari,
Orphée Ladouceur, Steeve Léonard, Yves Corbeil, Evan Manoukian, Anouk Whissell,
François Simard, Tyler Hall, Yoann-Karl Whissell
Productora: EMA Films /
Timpson Films
Género: Ciencia ficción
Sinopsis: En un futuro
post-apocalíptico, el agua es un bien muy preciado y en todo el mundo solo hay
una ley, la del más fuerte. The Kid es un joven que se ha criado solo en un
mundo duro y cruel, gracias sobre todo a la ayuda de cómic retro y otros
objetos de tiempos pasados que se han convertido en su particular obsesión. Con
ayuda de compañeros que irá encontrando a lo largo de su camino deberá luchar
contra Zeus y su grupo de salvajes que se han auto-proclamado los jefes de todo
el territorio.
Revolviendo el baúl del
cine en busca de algún diamante en bruto poco conocido o simplemente alguna
grata sorpresa me encuentro con ‘Turbo kid’, una producción Canadiense cuyas
críticas ensalzan su originalidad y aire ochentero que en teoría hará las
delicias de los más nostálgicos. Un intento cutre a más no poder de ‘Mad Max’
cuyo problema no es sólo la falta de recursos, sino un guion y unas
interpretaciones que rozan lo bochornoso.
Títulos como ‘Los Goonies’,
‘Willow’ o la misma ‘Mad Max’ marcaron sin duda mi infancia cinematográfica,
cierto es que juegan en otra liga respecto a ‘Turbo Kid’ pero en absoluto
semejante despropósito ha conseguido trasladarme a aquella época. La evidente
falta de inteligencia de la película se ve sustituida por una estupidez sin
gracia que acaba pesando demasiado. Lo único destacable es su banda sonora, un
remix de los de antaño que si evoca los 80 y 90 pero incluso eso acaba cansando,
posiblemente porque el resto de componentes no acompañen en ningún momento.
‘Turbo Kid’ podría haber
sido lo que pretendía, melancólica, entretenida y divertida, pero una cosa es
la falta de recursos compensada por un buen desarrollo y otra que te quieran
dar gato por liebre. Una de esas cintas que durante los primeros diez minutos
ya te lo ha ofrecido todo, a partir de ahí pierde el efecto sorpresa y se va
hundiendo en sus propios y excesivos defectos.
Lo mejor: la música y la
intención.
Lo peor: la infinidad de
defectos se podrían haber pasado por alto con ingenio e inteligencia, pero son factores
ausentes en la película.
No hay comentarios:
Publicar un comentario