Año: 2015
Duración: 136 min.
País: Estados Unidos
Director: J.J. Abrams
Guión: J.J. Abrams, Lawrence Kasdan
(Personajes: George Lucas)
Música: John Williams
Fotografía: Daniel Mindel
Reparto: Daisy Ridley, John Boyega, Harrison
Ford, Carrie Fisher, Oscar Isaac, Adam Driver, Gwendoline Christie, Lupita
Nyong'o, Andy Serkis, Domhnall Gleeson, Max von Sydow, Anthony Daniels, Mark
Hamill, Peter Mayhew, Kenny Baker, Katie Jarvis, Christina Chong, Miltos
Yerolemou, Warwick Davis
Productora: Lucasfilm / Bad Robot / The Walt
Disney Company
Género: Ciencia ficción. Aventuras
A todos aquellos que nos
enamoramos de la trilogía original de Star Wars, a aquellos a los que los Sith
pisotearon sus ilusiones sin miramiento alguno, si somos capaces de dejar atrás
lo que supuso ‘La guerra de las galaxias’, ‘El imperio contrataca’ y ‘El
retorno del Jedi’ y asumimos que aquella experiencia formaba parte de un todo
imposible de repetir, os digo que podemos y debemos soltar esa carga y
disfrutar de la maravilla que nos acaban de regalar J.J. Abrams y Disney. Si
señores, ‘El despertar de la fuerza’ es una más que digna sucesora de las tres
primeras películas de Jorge Lucas.
Nada voy a desvelar del argumento
que con tanto mimo y acierto se han encargado de preservar sus creadores, lo
que sí puedo decir es que desde el primer al último minuto del metraje todo funciona
a la perfección, una colosal cinta de aventuras a la vieja usanza en la que
cada elemento está servido en su justa medida consiguiendo que cada una de sus
piezas encaje de manera tan suave como efectiva. Como buen cocinero del mejor cine Abrams respeta
el producto original en cada detalle aportando nuevos elementos producto tanto
de la evolución de la propia historia de la saga como del cine en sí. ‘Star
Wars: El despertar de la fuerza’ deja atrás las florituras de la segunda
trilogía para devolvernos a la estética original adaptada sutilmente a los
nuevos tiempos, nada de volteretas interminables ni dramatismos agotadores, dos
horas y cuarto de pura aventura galáctica como las de antaño con un inteligente
orden que nos transporta con un toque justo de humor, sorpresas y multitud de
guiños a la esencia de ‘Star Wars’.
Otra grata aportación es
la de la fantástica interpretación de la jovencísima y poco conocida Daisy
Ridley de tan sólo 23 años, a la que sin duda alguna ‘El despertar de la fuerza’
puede suponer un fantástico trampolín para hacerse un lugar entre los nombres
más conocidos de Hollywood. Ridley nos brinda un trabajo tan convincente como
prometedor en su papel como protagonista, nada fácil debido al peso del
proyecto. John Boyega está también a la altura del conjunto y Harrion Ford
cumple con su regreso aportando ese toque con el que brillantemente impregnó
tanto a Han Solo como a Indiana Jones. La guinda, entre otros, viene servida
por el nuevo androide BB-8, un nuevo as que Abrams se ha sacado de la manga.
El antiguo Imperio y el
lado oscuro renacen con fuerza para ser los principales artífices, junto a la cuidada
estética de la película, de la recuperación de esa esencia perdida en las tres
últimas entregas. A ello tenemos que sumarle los enfrentamientos entre las características
naves de Star Wars capaces de transportarnos a las batallas de los episodios
IV, V y VI, una magnífica fotografía, una absorbente banda sonora y lo más importante y difícil, una
sensibilidad con los efectos especiales usados en su justa medida que sin duda alguna
es la base de que Abrams haya logrado ese respeto que tantos fans reclamaban. Es posible que el recuerdo de Darth Vader ensombrezca algunos elementos, esa
podría ser la mayor carencia, pero es misión imposible sustituir a uno de los
villanos más icónicos del cine.
‘Star Wars: El despertar
de la fuerza’ es un regreso al cine de aventuras del bueno, un respeto al producto
original nada fácil de conseguir, es diversión y entretenimiento en estado
puro, Disney y Abrams ya pueden dormir tranquilos porqué tienen el éxito de
taquilla asegurado. ‘Star Wars’ ha vuelto y ‘El despertar de la fuerza’ es sólo
el aperitivo de algo que si sigue por el mismo camino, promete superarse en
cada nueva entrega.
Lo mejor: uno de los
mayores retos a los que J.J. Abrams podía enfrentarse y del que ha salido a
hombros, sirviendo una delicioso bocado de lo que puede llegar a ser una gran
saga. Un conjunto redondo.
Lo peor: el sustituto de
Darth Vader difícilmente podía estar a la altura y otros pequeños detalles
fáciles de criticar desde la butaca del cine.
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